Luego esta afición se convirtió en competición, sobretodo aquellos que querían ser los primeros en tener el álbum de cromos completo o tener esos cromos que nadie tenía y cambiarlos (evidentemente, a cambio de muchos cromos). Mi afición no era tanto por completar el álbum, sino por jugar con ellos (hacer competiciones en el recreo con cromos de coches o dibujos).
Si has sido niño seguro que te acuerdas, pero seguro que si tienes hijos, lo has ‘sufrido’ nuevamente cuando has tenido que acompañar a tu hijo a los puntos de encuentro de cromos donde se venden cromos de todo tipo y donde quedan los padres para intercambiarlos. Es una afición con muchos seguidores.
Por eso, si eres aficionado, la tienda que deberías conocer ya es La Cromería. No está en una calle comercial precisamente, pero los interesados no tienen problema en ir a buscarla para encontrar ese cromo que les falta y que no hay manera de conseguir para cerrar la colección. En la Cromería tienen todo tipo de colecciones que te puedas imaginar e incluso esas que ya no encuentras por la calle y se quedaron sin acabar.
No es un kiosco que vende prensa y, de paso, también algunos cromos: es una tienda especializada en cromos y que los conoce mejor que nadie. Ya la descubrí hace pocos días y mi hija todavía no tiene afición (si por las pegatinas, pero no por los cromos) porque es muy pequeña, pero seguro que no dentro de mucho me acabo pasando por allí más de una vez.
En DolceCity Valencia:
La Cromería