
Pero yo, que como rebelde trabajador que es uno, fui un viernes, y descubrí que Valencia como ciudad y Benimaclet como zona no son lugares que vivan sola y únicamente de esa gente universitaria que huye los fines de semana.
Así que me sumergí en el Swan, ese lugar del que tanto había oído hablar por gente de lo más variado, para acabar descubriendo lo que ya sabía (y si no lo sabía, lo imaginaba con mucha fuerza): el Swan está lleno de modernos. Pero no un poco, no. Aquí, cuando hablamos de lleno, queremos decir LLENO. Y cuando hablamos de modernos, queremos decir MODERNOS.

Una curiosidad: encontré allí una maquinita de estas de videojuegos que, aunque funcionaba con monedas de 50 céntimos, era una versión realmente muy antigua del Tetris con una pantalla verde.
SWAN
Juan Giner, 15