
Valencia no podía permanecer ajena a este fenómeno. Tanto es así, que algunos establecimientos que comercializan productos de alta gama, se han unido para crear la asociación Dos Aguas luxury shopping, que reúne a lo más granado del barrio colindante al Palacio del Marques de dos Aguas, la zona más distinguida, ansiada y prohibitiva de la ciudad. En calles como Poeta Querol, Plaza del Patriarca, Salvá, Miñana, En Sala, Rinconada de Federico García Sanchiz y adyacentes, se concentran las boutiques más lujosas: Loewe, Louis Vuitton, Hermes, Lladró, Alex Vidal, Roberto Cavalli y unos cuarenta comercios más.

El público de estas boutiques tiene un nexo que les une: el gusto por las cosas bien hechas. Quien compra aquí, sea cual sea su estatus, se distingue por su preferencia por ese algo más que solo poseen los productos de auténtica calidad. Sin olvidar la importancia de la exclusividad, sentir que se posee algo (hermoso, caro y único) que otra persona no podrá conseguir es una emoción que para muchos, no tiene precio. Aunque afortunadamente, el público de estas tiendas ha variado mucho y de un tiempo a esta parte, acude gente de todo tipo porque las grandes firmas han creado líneas más asequibles al darse cuenta de que nadie puede escapar a la influencia del mercado de lujo que ahora crece en todo el mundo.
Ahora que tenemos nuestro propio bulevar de lujo ¿Por qué no darte un capricho (si puedes)? Pero si todo esto aún está lejos de tu alcance, recuerda que como dijo Charles Kingsley, actuamos como si el lujo y la comodidad fueran lo más importante en la vida, cuando lo único que necesitamos para ser realmente felices es algo por lo cual entusiasmarnos.