
Pues bien, imágina que un día de pequeño, tu padre o tu abuelo te regala un soldadito de plomo, llega tu cumpleaños y te regala dos más, y el día menos pensado te das cuenta que tienes nada menos que un millón.
Es el caso de Álvaro Noguera Giménez, fallecido en 2006, que a tráves de su familia hace posible el disfrute de una muestra de 60.000 figuras, que supone que en Valencia tengamos el museo de soldaditos de plomo más grande del mundo.
Te adelanto ya que el museo es una verdadera delicia, situado en una preciosa casa señorial en la calle Caballeros (en pleno centro histórico), puedes observar la recreación de una multitud de hechos históricos que arrancan desde la prehistoria, pasando por la edad antigua ( Egipto, Mesopotamia, Roma ) hasta la Edad Moderna. El peso de la exposición lo carga la colección de las guardias españolas de los diferentes jefes de Estado desde Felipe III a Juan Carlos I.

La joya de la corona la encontramos en la inmensa y cuidada reconstrucción de la Batalla de Almansa, que prácticamente requiere de una habitación. Toda la estrategia de los ejercitos ha sido meticulosamente respetada al igual que los uniformes y los estandartes (hay un margen de error no muy alto, en un par de piedras y arbustos que los textos históricos no aseguran su colocación en un 100%.).
Sólo queda, como podrás imaginar, que lo descubras tú mismo/a, de verdad que te sorprenderá y pasarás un buen rato aprendiendo (o refrescando) historia pero de una forma mucho más amena e inusual.
En DolceCity Valencia: L’Iber, Museo de los soldaditos de plomo