1- Porque cuando pasas por la calle Sierpes es imposible no seguir la llamada del exquisito olor que desprende.

2- Los chicos y chicas que atienden suelen ser muy simpáticos y siempre te dan muestras para que pruebes los productos.
3- Cada tarro indica de manera muy clara quien ha realizado ese producto, cuando, qué ingredientes contiene y cuando caduca.
4- Sus productos están realizados a mano en lo que llaman “la cocina” y sus ingredientes son frutas, verduras, huevos, aceites naturales, semillas…

5- Más del 70% de su cosmética es auto conservante, es decir, sustituye los conservantes sintéticos por los naturales como la sal, la miel o la arcilla.
6- Aprovechan todos sus soportes para hacer campañas por la ecología, la protección de los animales o los derechos fundamentales.
7- Apoyan el comercio justo comprando su materia prima a comunidades en riesgo de exclusión.

8- En invierno, cuando echo de menos la playa, me hago con jabones del tipo Sandstone, que huele a verano y lleva arena de playa para exfoliar. Me meto en la ducha, pongo música brasileña y sueño que estoy en el paraíso.
9- Me encanta el diseño de los productos, desde sus colores, olores y nombres (siempre son divertidos), hasta sus clásicos botes negros, que aunque puedes canjear por una mascarilla, suelo quedarme para usar para guardar cosas.
10- Cuando busco un regalo, sé que es una apuesta segura.
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