
Por eso, la primera vez que pasé por la puerta del restaurante El Camerino y vi a través de su pared de cristal su original y bonita decoración, me dije, aquí tengo que venir.
Y es que El Camerino nos traslada al ambiente de los antiguos teatros, con una decoración entre industrial y rococó, y con una preciosa combinación de colores que hacen de este espacio un lugar único en la ciudad.

Enamorada de sus taburetes reciclados de color turquesa me decidí a probar este restaurante que sigue la línea de los ya tan populares gastrobares. Pero lo cierto es que su carta es igualmente sorprendente, porque al lado de las clásicas tapas gourmet, encontramos una gran influencia de la cocina sueca, que se ve reflejada en platos como la ensaladilla de arenques al estilo sueco, el tartar de salmón o el Toast Skogen (gambas con mayonesa y eneldo).

Suelen ir cambiando platos de la carta por temporadas así que podéis ir encontrando cosas nuevas. También tienen una buena carta de vinos, y los postres no tienen ningún desperdicio.
Así que esta combinación de estupenda decoración más carta creativa, hace de El Camerino un lugar que sin duda merece la pena conocer.
En DolceCity Sevilla: El Camerino |