
Lo primero que me llamó la atención fue el cuidado diseño de su imagen, creado a base de unas ilustraciones preciosas y tiernas (desde aquí me declaro fan de su creador/a). Llevada por la curiosidad tras quedarme prendada de la ilustración de la banderola que señala la puerta de la librería, me decidí a entrar y vi que era una de esas librerías infantiles donde a una le dan ganas de volver a ser una niña.
Todo está muy cuidado, con una zona con sillitas, mesita baja y una pizarra para que los más pequeños tengan un espacio adaptado a ellos en el que puedan mirar los libros, dibujar en la pizarra o sentarse en el suelo para escuchar los cuentacuentos que suelen celebrarse en la librería.

Además de libros infantiles y juveniles, también hay juegos de carácter didáctico, todos orientados a fomentar la creatividad o la inquietud de los pequeños por el conocimiento.
Por si esto fuera poco, para terminar de quedarme totalmente prendada de esta librería, descubrí que venden los vinilos de la marca Chispum, de los que soy una absoluta fanática y hasta ahora solo había visto en tiendas muy concretas de Madrid. (Si no los conocéis, miradlos en la web o acercaos a El oso y su libro, son divertidos, tiernos y adorables).

Me gusta que las librerías infantiles sean más que meros contenedores de libros y que en cambio se conviertan en lugares acogedores y llenos de magia. El oso y su libro, lo consigue.
En DolceCity Sevilla: El oso y su libro