
Regalar una anillo o pulsera (que era lo que se estilaba en aquella época) de pedida en una cajita de Shaw era lo más de lo más, y había incluso quienes hacían llamadas de madrugada al taller para encargar piezas especiales.
Más de medio siglo más tarde, la joyería Shaw sigue siendo símbolo de categoría y exclusividad en Sevilla. Su local de la Plaza Nueva, que rememora ese estilo tan chic parisino a la perfección, sigue manteniendo ese espíritu de ofrecer piezas exclusivas y de alta calidad tanto de diseño propio como de firmas tan conocidas como Gucci o Boucheron.

El negocio, que sigue quedando en familia, está ahora regentado por Carlos Shaw, nieto del fundador de la casa y ha sabido mantener ese carácter personal con un halo casi mágico que deslumbra a quien entra a buscar una joya y que aleja este establecimiento de los de las grandes franquicias.
Además de sus famosos anillos de diamantes, la especialidad de la joyería son los relojes, siendo distribuidores oficiales de firmas tan prestigiosas como Rolex, Hublot o Tudor. Y por supuesto las joyas de estilo francés, que son el sello de identidad de la casa.

En definitiva, Shaw es una de esas joyerías que mantiene esa idea de lujo clásico que hace que cada pieza deslumbre a quien la contempla.
En DolceCity Sevilla: Shaw Joyero