
Y sí, le doy el trato de señores porque en Buenos Aires, tomarse un helado no es algo para niños, no es un “no comas dulces que son porquerías”, es todo un gesto de placer cultural como ir al cine o al teatro. Así que cuando uno va a uno de esos maravillosos cafés con aire distinguido, pide un café y le sirven dos medias lunas de acompañamiento, uno da un bocado y piensa: “Sí, aquí podría vivir”.
Esa misma sensación es la que tuvo el dueño de esta cadena sevillana de repostería, chocolate y helado, un sevillano casado con una argentina, que ha traído a nuestra ciudad la dedicación y el arte del buen chocolate.

Empezó con una pequeña tienda en Ciudad Expo, y tal fue el éxito que hoy día cuenta con once tiendas abiertas por toda Andalucía. Todos sus productos se fabrican en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, de forma artesanal y con productos naturales y frescos.
Creo que es imposible pasar por un establecimiento Mamá Goye y que los ojos no se queden prendados de esas exuberantes formas de chocolate. Palitos de almendra bañados en chocolate con cacao de cuba, trufas con infusión de naranja y licor Grand Marnier bañadas en chocolate al 70% de cacao, pistacho cubierto de chocolate con leche, y por supuesto una de las grandes glorias argentinas: el chocolate en rama, una finísima capa de chocolate líquido que va cayendo y doblándose hasta solidificarse y dar la forma de una rama de árbol.

Si estas maravillas las envolvemos en preciosas cajas de diseño propias de una tienda de decoración, obtenemos un regalo genial para estas navidades.
Mamá Goye además, ha puesto en marcha una escuela en la que se dan cursos de repostería, heladería y chocolate a la manera argentina. Y si prefieres que te lo lleven a casa, también ofrecen un servicio a domicilio para celebraciones y fiestas.
Bueno, me voy a la nevera a por un trocito de chocolate a la canela.
En DolceCity Sevilla: Mamá Goye