
Maspapeles es una tienda única, nunca, ni siquiera en Madrid o Barcelona, he visto una igual. No podríamos definirla como papelería, aunque es como una boutique del papel. De gran y pequeño formato, para escribir, para invitaciones, para forrar, para hacer manualidades, con fibras naturales o con increíbles diseños que la dueña de esta preciosa tienda, María, selecciona cuidadosamente.
A mí, en concreto siempre me han alucinado los pliegos de papel situados a la entrada de la tienda, unos diseños únicos que no pueden encontrarse en ningún otro lugar y que hacen volar la inspiración para imaginar que cosas puedes hacer con ellos. Yo forraría hasta una pared de mi casa.

Tampoco podemos decir que sea una tienda de objetos de oficina, aunque posea una colección de archivadores, cuadernos o maletines de un diseño exquisito. Lleva marcas tan reconocidas por su calidad y diseño como Faber Castell, (a mi padre arquitecto le encantan sus lápices) o las míticas agendas y libretas Moleskine, famosas por ser las que utilizaban los artistas e intelectuales europeos de los dos últimos siglos como Van Gogh, Picasso o Hemingway.
Así que ¿Cómo podríamos definir Maspapeles? Pues como una tienda única que reúne objetos cotidianos de diseño y calidad, desde bolígrafos a relojes, pasando por sus increíbles cajas de cartón duro para llegar a unas delicadas figuritas de papel maché para colocar en la mesa.
¿Lo último que nos trae Maspapeles? Las míticas cámaras de fotos Lomográficas que están haciendo furor en toda Europa y que ya cuentan con numerosos espacios en internet donde los fans comparten sus obras de arte.
Todo este fenómeno comenzó en 1991 cuando un grupo de estudiantes vieneses descubre en una tienda de fotografía una vieja cámara compacta rusa. Se trataba de las cámaras que popularizó el régimen soviético a través de la fábrica de armamento y óptica LOMO y que se convirtieron en objeto indispensable para todo ciudadano de la antigua Unión Soviética así como en los países socialistas como Vietnam, Cuba y Alemania Democrática, que utilizaron estas cámaras para sus instantáneas durante los años 80, documentando los últimos coletazos del Comunismo.

Yo aun no se con cual quedarme, la Ojo de Pez, la Holga o la Pop, cada una con un efecto que hará de cada fotografía una obra de arte.
Imposible resistirse a los objetos de Maspapeles, me lo compraría todo.
En DolceCity Sevilla: Maspapeles