Desde que esta cadena con presencia en medio mundo apareciera en 1984 en Londres, ha conseguido que sus bolsos, sombreros, gafas de sol y bisutería adornen los armarios de miles de mujeres.
Rosario Berrocal es una firma perfecta para vestir cabezas con estilo especializada en grandes celebraciones y eventos especiales. Sombreros, pamelas, tocados y otros complementos, es lo que se puede encontrar en sus tiendas.
Cristina Schamann se decantó por la creación de sombreros y otras piezas de gran creatividad. Utiliza los más exquisitos materiales textiles e impecable acabado a mano. Con su nueva línea, Moe, da alternativas a la moda a quienes hayan perdido el cabello.
Puedes transformar un bonito vestido en un vestido espectacular si lo combinas con un tocado realizado por encargo en Kassen Zapata. Elegantes o atrevidos, con complementos o tipo casco... muchos son los diseños que puedes lucir a un precio muy asequible.
Tienda fundada en 1894 en la Plaza Mayor. Especializada en sombreros, boinas y gorras.
Tienda online de tocados y diademas, diseñados y producidos por Cristina Vázquez. Próximamente puntos de venta en Madrid.
En el atelier de Ornella Gallo podrás encontrar diseños ya realizados de tocados, sombreros, bolsos y otros accesorios, además de crear a medida del cliente creaciones especiales.
María José Mendoza ( Ver plano )
Calle de Manuela Malasaña, 21
Tel: 914462754
Web: www.mariajosemendoza.com
No es una sombrerería común, clásica y pasada de moda. Consigue dar a sus diseños un toque moderno e innovador, sin perder la elegancia que les caracteriza. Por encargo o ya elaborados, todas sus creaciones son elaborados artesanalmente.
En Sombrerería Yoqs llevan más de 35 años asesorando a sus clientes sobre qué sonmbreros, gorras y boinas les sientan mejor. Trato exquisito y marcas de primera: Elosegui, Stetson, Kangol, Panamá...
¡Los sombreros también son para el verano! Para la playita, para protegerte del sol... y para pasearse a la moda por Madrid. Te recomendamos cinco tiendas donde hacerte con un buen sombrero.
Ese abrigo estilo Janis Joplin que siempre quisiste tener, ese vaquero con pata de elefante digno de Jesucristo Superstar o ese vestido clavado al que tenía tu madre en alguna foto de juventud. Viajar en el tiempo, al menos estéticamente, es posible.