Lúgubre pero apetecible, oscuro pero llamativo. Un lugar donde la experiencia sensorial no solo entra por el gusto, también por la vista, e incluso el tacto.

Una vinacoteca es uno de los planes gastronómicos más originales que puedes probar. Y así es este restaurante que cada vez se pone más de moda. Por algo será, digo yo

Aquí no solo se viene a apostar a los caballos, también, y sobre todo, a pasar un muy buen día en familia, con actividades para todos y mucha comida de calidad.

Comer bien, tanto de sabor como de cantidad, y olvidarse por un día de la dieta y esas moderneces. Ideal para un fin de semana entre amigos o familia.

Un lugar de esos donde no hay un sitio igual que otro, donde te sientes casi en el suelo y al lado otro en una silla alta. Desenfadado, divertido y muy diferente.

Las obras para bebés, pero bebés del todo, es decir desde apenas unos meses de edad, son una gran opción para su desarrollo. Y se lo pasan pipa, que es lo que cuenta.

Un club social suele girar en torno a los deportes, y siempre debe tener una buena cafetería, pero además estar bien situado y tener piscina todo el año son pluses.

Cenar bien ya es un gran plan. Ver un espectáculo colorido y divertido, también es un planazo. Si unimos ambas opciones, puede ser una noche totalmente redonda.

Los mercados de abastos se han convertido últimamente en mecas de los foodies. Pero aún hay algunos que se resisten a perder su esencia de mercadillo de toda la vida.

Comprar productos de calidad a su justo precio es el objetivo de toda ama de casa que se precie. Si además lo hacemos en un ambiente amable y acogedor, perfecto.

Los niños de hoy son los ciudadanos de mañana, por lo que cuanto antes entiendan que este mundo es para cuidarlo, mejor que mejor. Empecemos ya a crear conciencias verdes.

Como no podía ser de otra manera con ese nombre, los hojaldres de este lugar son para repetir una y otra vez. Uno de esos sitios a donde siempre vienes a comer lo mismo.