Lo más curioso del tema es que estamos en un restaurante creado por una fotógrafa y un ingeniero. A ellos hemos de darles gracias por poner en el mapa gastronómico madrileño la comida sana y a la vez rica.
En otras latitudes los boles (ese plato que no es un plato sino algo más hondo) son bastante más habituales que aquí, y con esa inspiración decidieron crear un espacio donde dar energía al cuerpo con alimentos nutritivos y sentirse como en casa.
Hablamos de un local con decoración cuidada y un personal amable que hace del restaurante un sitio acogedor. A la hora de comer, un producto es de calidad y proximidad, dando mucha importancia al origen de las materias primas y al comercio local y eso es algo que debemos celebrar que cada vez esté más de moda.
Preparen sus móviles para inmortalizar y luego subir a Instagram ‘boles’ repletos de ingredientes saludables donde nunca falta el color y la frescura característica de la comida real. Cada bol es diferente, y los ingredientes varían según la estación, pero todos siguen la misma fórmula: una ración de proteína, una guarnición de verduras, una base de cereales y un mix de hojas verdes. Como toque de varita final, se aliñan con una salsa o hummus y se les da un punto crujiente.
Pos supuesto, tienes muchos toppings de frutos secos o semillas para que tu plato sea siempre diferente al del día anterior. Por supuesto, si eres intolerante o alérgico a algo, puede desaparecer de tu bol.
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