Si has pensado mal al leer su nombre, has acertado. Antes esta sala era una sala X, pero ya no lo es, tranquilo.
Ahora es uno de los sitios más originales de la capital, y mira que hay sitios originales en Madrid. La idea es mezclar sin orden aparente una sala de variedades, lo que viene siendo un teatro, con un restaurante y un bar desenfadados.
El resultado es un lugar donde nos podemos sentar desde en un banco hasta en una silla de toda la vida, pasando por el mismo suelo (sobre una especie de cojín, nada de dejarse la espalda en el intento). Irán pasando por delante, literalmente, obras de teatro y todo tipo de representaciones artísticas de estilo moderno.
Pero además de a ver teatro y demás cosas del actoreo, aquí se viene a comer y a beber. Se puede venir a diferentes horas, pero en todo caso si venimos a la de la cena o a la de la comida, saldremos comidos o cenados. Por ejemplo en su carta encontramos un bocata de calamares. Contundencia al estilo madrileño.
La carta de cervezas es apetecible, organizan una gran variedad de ciclos de todo tipo y además el ambiente siempre es selecto, agradable, de esos que hacen que quieras quedarte a tomar una copa más.
En DolceCity Madrid: Sala Equis