De acuerdo, esta propuesta está algo alejada geográficamente de lo que solemos proponer, pero es tan original, tan único en su especie, que merece ser visitado y contado en detalle para que adquiera la notoriedad que merece.
Según ellos mismos cuenta, estamos ante el sueño de un loco. Corría el año 1987 cuando Benito Celestino, propietario del restaurante, tuvo la idea de reformar un antiguo vagón de tren para rememorar los antiguos coches-restaurantes donde la comida, el placer de viajar y el lujo se mezclaban. Se unían sus dos grandes pasiones, la restauración y los vagones de tren.
El Vagón Grande es un vagón de madera de 1931 que compró en los desguaces de Renfe, lo restauró y lo convirtió en un restaurante.
Gustan de la cocina de siempre, pero cambian mucho la carta para ir mejorándola, por lo que si ya has estado, no estaría mal volver para probar qué hay de nuevo. Cambiamos la carta con frecuencia, respetando las temporadas y ofreciendo sugerencias según el mercado.
Hacen una cocina tradicional actualizada, ajustando las cocciones y cuidando al máximo la presentación. Carnes de la zona, pescados siempre frescos, la huerta cercana... todo entra por la vista, como la decoración de este auténtico vagón.
En DolceCity Madrid: El vagón de Beni