Entramos en el terreno de los bares de toda la vida, de esas tabernas más típicas que el toro de Osborne, de esas a las que hemos ido una y mil veces, y en las que siempre queremos estar. En concreto, este bar es famoso por sus tapas de batalla acompañando a la clásica caña bien tirada, con bien de espuma y muy fría.
En el amplio menú tienen desde ensaladas de varios tipos hasta revuelto de patatas, pasando por mini hamburguesas, patatas con chorizo o pimientos rojos. Los míticos huevos rotos, croquetas, bravas y demás no faltan.
Tiene amplísimo horario y siempre suele estar con ambiente, lo cual no quiere decir que cueste entrar y salir pero casi. No es el sitio más cómodo del mundo, para qué engañarnos, ni tampoco el más nuevo ni decorado más a la última. Eso sí, en pocos sitios se come tan bien por tan poco dinero, con cantidades más apetecibles y un trato directo, nada de dar vueltas. Aquí se viene a comer y a beber, a charlar y a echar unas risas.
Es cierto que la zona está llena de bares de este tipo, por lo que lo más recomendable es hacerse una ruta por los alrededores e ir picando aquí y allá. Los fines de semana sobre todo, es un plan irrechazable.
Por 1,75 euros puedes comer y beber a escasos pasos del metro de Tribunal, y puedo decir bien alto que seguro que con hambre no te quedas.
En DolceCity Madrid: Petisqueira