Desde fuera sorprende por lo pequeño que es. Y por dentro también , un poco, la verdad. Es un local minúsculo con pocas sillas pero bien aprovechadas, lo que hace que quizá la mejor opción sea pedir para llevar.
Y pedir para llevar los bocatas, un valor seguro. Primero porque tienen precio de bocata de verdad, nada de esas hamburgueserías modernas que te ponen un sandwich de pavo por 10 euros, 15 si llevan cuatro patatas al lado. Aquí por menos de 5 euros tienen bocadillos casi de lo que quieras, y siempre fresco el producto garantizado por la gran rotación que tienen en el género.
Si prefieres, no obstante, quedarte a quedar en el local, lo mejor es optar por su menú del día. Por aproximadamente lo que en otros restaurantes normalitos te vale un medio menú, aquí tiene el menú del día completo. La verdad, no encontrarás ninguna maravilla en la carta, pero tampoco nada que te haga pensar que mejor no haber venido. Todo está rico, sin más.
Es una buena opción para vegetarianos, pues buena parte de su carta es apta para ellos. Los hojaldres salados, por ejemplo, lo que muchos llaman simplemente saladitos, te sacian suficientemente y tampoco tienen precios por encima de lo que te dan.
El trato es simple, pues es un lugar más take away o de comida rápida que un restaurante al uso, y la zona en la que se sitúa puede hacer que te plantees este lugar como la mejor opción para empezar una noche de copas con los amigos.
En DolceCity Madrid: Aliño