El menú del día es un gran termómetro para medir a un restaurante. Si es caro y malo, el local no merece la pena, si es barato pero malo, puede servirnos para un apuro, y si es bueno y barato, directamente es una rara avis que merece la pena frecuentar.
En este caso, el menú del día es de los baratos (menos de 9 euros) y más que aceptables, muchos dirán que directamente buenos. Dos platos y bebida (se pueden hacer las típicas combinaciones de postre sí o no, café, etc) siempre variado y con platos de temporada, que suele ser la clave a la hora de dar en el clavo con un menú del día.
Y esa buena noticia diaria hace que uno se fije en el resto de la carta. En concreto este local ya clásico de Malasaña a pesar de llevar sólo unos años abierto se ha hecho famosete en la zona por sus productos de horno. Léase por productos de horno pizzas y empanadas. Juraría que las pizzas no son congeladas, sí son caseras, y las empanadas no son las mejores del mundo pero desde luego están mucho mejor que las prefabricadas y cuestan poco más o menos. Los bocadillos, aunque escasos en número, son otra opción también muy socorrida.
Precios de crisis en comida a la que no le ha llegado la crisis. Ya sea para tomarse una tapa a media mañana, para comer, para saciar el hambre a media tarde o para llegar a casa ya cenado, es una opción que cumple con lo que promete, y eso no es tan habitual en Madrid. Mucho menos en esta zona, tan de moda como a veces descuidada en sus locales gastronómicos.
Eso sí, dependiendo la hora y el día, el espacio brilla por su ausencia, el que avisa no es traidor.
En DolceCity Madrid: Ay mi madre