
Fide es uno de esos sitios donde se siguen tirando las servilletas y cabezas de gamba al suelo, donde se fuma a la misma puerta del local y donde se acaban tomando la copa de vino apoyado en los coches que aparcan en la puerta. Es, en definitiva, un local con encanto, uno de esos que abundan en Chamberí y que hacen que Madrid mole para el tapeo tanto como la que más. Hay bullicio, la tele si está puesta casi ni se oye y la luz no es especialmente acogedora, además de una barra para mi gusto demasiado grande que quita espacio para estar de pie pero, ¿a quién le importa? Fide mola, y punto.

Mola sobre todo por sus mariscos, como debe de ser en un local que se publicita directamente como marisquería. No puedo dejar de recomendaros nada que sea traído del mar, porque todo está bueno, pero las gambas plancha son mi debilidad. También tiene una muy buena selección de delicias en conserva, de esas que te las sirven directamente de las mejores latas seleccionadas aliñadas como debe de ser, con mucho aceite de oliva. Por algo está hasta la bandera incluso un martes cualquiera a altas horas de la noche.
Y por cierto, a la hora de beber tampoco está nada mal, tanto por lo bien que tiran la cerveza como por sus vinos acertados y siempre a la temperatura correcta. Parecen nimiedades, pero para mi gusto un bar donde tiran mal la cerveza y te traen el vino caliente, pierde muchos puntos.
En DolceCity Madrid: Fide