
No sólo hay frutas, verduras y cosas de poco sabor como en otros supermercados ecológicos, ojo, aquí hay carnes, bebidas de todo tipo, salsas, condimentos... Todo lo que necesitas para esa cena romántica que quieres currarte, o para enseñar a tu familia que comer sano y rico merece la pena. Además cuidan la colocación, te atienden en todo lo que necesites y está junto a la plaza de Olavide, muy a mano de casi todo.

Pero no sólo es supermercado, también utilizan sus propios productos para cocinar. En su segunda planta hay un apetecible comedor con capacidad media (en horas punta quizá no tengas sitio) donde comer cocina de producto, muy reconocible: las croquetas merecen mucho la pena, los huevos rotos (no sé el nombre) o las tartas para el postre o para tomar algo rápido, también. Pero si de verdad quieres ver la calidad de producto, pide alguno de los platos con mucha verdura que propone su carta. Verás qué diferencia con esos tomates sabor PVC o esa lechuga blanquecina que nos comemos todos los días... Y todo, aquí arriba también, con un rollito casa de pueblo-casa de mamá que invita a quedarse un rato largo.

Ya para redondear, muy cerca colaboran con una cocina para niños, donde les enseñan a cocinar y a comer bien. No puedo hablar de ella porque no tengo a quien llevar, pero como idea es buenísima.
En DolceCity Madrid: Mamá Campo