En fin, que al final, yo suelo ir a Lush. Algunos de sus productos no son muy baratos, pero lo bueno de Lush es que para cualquier problema que tengas tienen algo que te puede servir y a un precio más asequible. Todo dependiendo de la cantidad que quieras, del modelo que quieras...

Aunque no muchas marcas pueden decir que te ayudan a ponerte guapa usando sólo ingredientes naturales. Una de las primeras razones por las que Lush es una de mis tiendas favoritas en temas de belleza. Usando sus productos, vas más segura. Además no experimentan con animales y su carácter solidario es siempre un punto a favor. Participan del comercio justo, colaboran con varios proyectos benéficos y mucho de los ingresos de la empresa son donados para estas causas. Los productos que venden en la tienda están hechos a mano y cuando los adquieres te incluye una pegatina con información de la persona que la ha elaborado.

Si esto no fuera poco, además, en la tienda siempre son muy atentos con la clientela y siempre suelen ofrecer alguna muestra para que la pruebes en casa o te hacen allí una demostración.
Esta vez ha sido la mascarilla Cupcake que huele a chocolate, estoy deseando sacar un poco de tiempo y probarla.
Los exfoliantes son uno de mis favoritos, usé uno corporal con olor a mar para el cuerpo que dejaba la piel muy suave pero el mejor es el exfoliante labial bubblegum, que está hecho con azúcar. Un día de estos acabo comiéndomelo. Pero esta vez me he comprado en la tienda de calle Alcalá, un gel para el acné llamado Grease Lighting (es que hasta los nombres molan) y un jabón que huele a regaliz. Tienen de todo y para todo tipo de pieles, pero es que además tienen champús, bombas de baño, maquillaje…y todo natural.

En Dolce City Madrid: Lush