
Precisemos, no es uno, sino dos los mini-autobuses que tiene la EMT circulando por Madrid. Son azulitos, pequeñitos, ¡los peluches de los autobuses de verdad! Son dos vehículos denominados Tecnobus modelo “Gulliver” (¿no querrían llamarlo “Lilliput”?) que funcionan con motor eléctrico.

Este motor, en teoría, no hace ruido y tiene un mecanismo silencioso y es super-discreto y… mirad, a mí me parece que ese motor rugía cosa mala. No tanto como un autobús de los normales, pero digamos que este motor no es “silencioso”… como mucho llegaría a “discreto”.

Los “Gulliver” recorren dos líneas urbanas, la M1 y la M2 (pinchad aquí para leer frecuencias y recorridos), que están llenas de paradas puñeteras, o sea, que van por calles por donde un autobús de los grandes lo tendría chungo o directamente imposible para pasar. Yo fui bastante cómodo porque fui sentado en uno de sus pocos asientos, pero la gente suele ir de pie aunque le ofrezcas tu asiento, generalmente monta gente mayor para hacer subidas de unas pocas paradas, pero que andando serían muy latosas.

El interior del bus es el mismo que el de los autobuses normales, con solo dos diferencias debido a su reducido espacio: 1) menos asientos; y 2) una única puerta por la que se sube y se baja del autobús. Recomiendo un viajecito a modo de turista si aún no lo conocéis.
Para más información del microbus o cualquier otro autobús de la EMT, acude a la Oficina de atención al cliente de la EMT