
Pero no creáis que el factor tiempo corre en su contra, ni mucho menos. Lejos de ser una heladería “antigua” o anquilosada en sabores pretéritos, en Napoli no dejan de crear nuevos helados deliciosos para nuestro absoluto deleite. Por ejemplo, ahora están probando mezclas absolutamente innovadoras como el helado de espárragos verdes. Suena a locura pero luego te pones, lo pruebas, y triunfo absoluto.

Tienen muchos más sabores, todos artesanales y todos muy originales: Helados de caramelos de violetas, de frambuesa con vinagre de Módena, de crema de whisky, de albahaca, de soja kikkoman (sí, sí, helado de la salsa de soja que tienen en todos los chinos), de cerveza Brabante y hasta de aceite de oliva, 100% arbequina (uno de los cuatro principales tipos de aceite de oliva, procedente de la localidad de Arbeca, Lérida), de sabor fresco y afrutado y que tiene baja acidez.

Ni qué decir tiene que hay variedades que a uno le siguen dando no miedo, pero sí respeto, como ese helado de tomate al que aún no me he atrevido a meterle mano (quizá porque me suena a “zumo de tomate”, algo que de pequeño me parecía la cosa más desagradable del mundo, aunque estoy seguro de que este helado no sabrá en absoluto como ese zumo).

A todo esto hay que añadir que elaboran horchatas, batidos y granizados caseros; además de cafés y tortitas. Toda una institución de Madrid que ya estás tardando en (re)descubrir.
Fotos: Nápoli
En DolceCity Madrid: Helados Italianos Nápoli