
Esto se extiende a todas las faltas de educación que se dan a diario en la ciudad: esos “buenos días/gracias/hasta luego” que quedan huecos, rebotando en el vacío, ya que nuestro interlocutor enmudece (¿¿tanto cuesta devolver un “buenos días”??); lo de querer preguntar por una dirección y que la persona que pasa a tu lado te regatee como Neymar, lo de esos dueños de Bar Paco más secos que la mojama, lo de esos encuestadores que en lugar de preguntar se dedican a cazar (sé que es un curro durísimo, pero hay maneras y maneras)… en fin, pequeños detalles que, sumados, convierten el día a día en algo más difícil de lo que debería ser.
2) Carriles bici: Ya tenemos las bicis. Ahora queremos usarlas.

3) Vamos a cortarnos con el móvil: Puesto que no salgo de casa cada mañana con un cartel pegado en la frente que diga “Ponme un poquito de bachata”, no me plantes tu móvil en la cara con los altavoces a todo meter. ¿Acaso he solicitado un pinchadiscos ambulante? No dudo que Juan Magán debe contar con varias obras maestras en su discografía, pero déjame que lo averigüe yo solito en mi casa. A todos aquellos que van con el móvil con la música a tope por Madrid como si fueran John Cusack con una boom box, yo les digo esto: usad auriculares; oiréis la música aún mejor y liberaréis al pueblo de vuestra tiranía. Gracias.
4) Más bancos, más fuentes: Nos cansamos, tenemos sed. Gracias (y cuando decimos “fuentes” decimos “que funcionen”, con el alcantarillado y tal… el otro día descubrí que la fuente de la Plaza de Comendadoras, la que hay al ladito de Federal Café, funciona; y no sabéis qué alegría me llevé).
5) Gente que se dedique a hacer su trabajo: Hace poco tuve un problema con una tarjeta de crédito, me dijeron en mi banco
6) Carriles para peatones: Esta idea es un poco loca y puede que no la comparta mucha gente pero, ¿sabéis cuando en las escaleras automáticas del Metro la gente que no tiene prisa se pone a la derecha y dejan libre un “carril” a la izquierda para que pasen los que llevan prisa y ritmillo en el cuerpo? Imaginad zonas concurridas del centro (Plaza de Callao, Arenal, Gran Vía) con varios “carriles” para evitar a todos esos peatones que van deambulando por las calles (ellos no se tienen que sentir desplazados, tendrían su propio “carril para gente que deambula”).
7) Vecinos humanos: ¿Qué es esa música a todo meter a la hora de la siesta? ¿Qué son esos lloros de tu hija a modo de despertador, como el gallo en los pueblos? ¿Qué es eso de andar con tacones por la casa a cualquier hora? ¿Qué es eso de llamar a todos los telefonillos al tuntún? ¿Por qué encuentro publicidad en mi buzón… que ya he sacado unas horas antes? ¿Y esas obras a horas intempestivas y sin avisar? Este problema no es propio de Madrid, pero aquí lo sufrimos muchísimo. Vecinos de Madrid: respetad al de la puerta de al lado/arriba/abajo como si fuera un hijo al que queréis mucho. Ya veréis qué bien nos va así a todos.
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