
Como digo, Mauss tiene objetos decorativos, útiles para el hogar y regalitos para dar y regalar, nunca mejor dicho. Todo muy cuco y muy variadito. Vamos con los ejemplos: Tazas mapamundi (para todos aquellos que no acierten nunca colocando un país en el mapa), tazas con otros lemas si no te gusta lo del mapamundi (mis favoritas son las que ponen “MUG”, o sea, taza en inglés), botellas de cristal para la leche (con las clásicas y siempre bienvenidas manchitas negras que, una vez rellena de leche la botella, simulan los colores de una vaquita), cubos metálicos de colores muy chulos (así como metalizados, valga la redundancia) o botes de cereales o café de Kellog´s (ya sabéis, rollo retro… mucho mejor meter aquí los krispis que en esas horrendas cajas de cartón en las que vienen, ¿cuándo sacarán las marcas unas cajas de cartón que sean un poco bonitas? Solo un poco).

Pero aquí no acaba el festival: mini-huchas en plan caja fuerte de distintos colores y con combinación secreta (lejos quedan los días de romper un cerdito con un martillo, ¡con un martillo o estampándolo contra el suelo a lo basto!), ositos de peluche, auriculares retro para tu Smartphone, cascanueces, cestas para la ropa, disfraces para niños, cajitas sorpresa (con diseño retro y la forma de esas cajitas de comida china de las películas, ¡en Madrid siempre la ponen en tuppers!), estuches para rotuladores fluorescentes (los “fosforitos” de toda la vida) con forma de claqueta de cine, botes de lápices de colores, gomas de borrar con forma de animal, etc.

Podríamos seguir así hasta mañana por la tarde, pero ya os hacéis a la idea: cientos de artículos originales y muy útiles para uno mismo o para regalar al prójimo. El prójimo bien podría ser yo, no os cortéis, acepto regalos de desconocidos.
Fotos: Mauss Shops
En DolceCity Madrid: Mauss Shops