
El diseño del local está muy chulo, con un doble nivel con banquetas y mesas altas en la de arriba; y unas sillas así como de casa de verano muy divertidas a la par que elegantes en la de abajo. El espacio abierto de cara a la calle me encanta particularmente porque a mí, de toda la vida, me ha encantado sentarme en un local mirando al tendido para ver a la gente pasar por delante. Ahora, directamente, puedo hacerlo sin cristales entre medias… pero permaneciendo dentro de la cafetería.

En Doblecrema Café tienen cafés de origen, muchas infusiones, smoothies, distintas tartas caseras, bollería variada, tostadas… y ofertas de comida sencillitas pero apetecibles: brochetas de carne y pollo, mini-hamburguesitas de ternera, ensaladas, tostas, sándwiches y bocadillos.

Aún no he probado nada de comer pero sí puedo decir que me sirvieron un café con leche de soja RIQUÍSIMO, y además con una espumita de nivel.

La atención de toda la gente que trabaja allí me pareció espectacular y quería destacarlo (llegaron a ofrecerme un poquito de una nueva tortilla que estaban testando…). No sé si es porque llevan poco tiempo (abrió sus puertas en diciembre del año pasado) o porque, sencillamente, son así de majetes. Si son las dos cosas, mejor. Yo, por mi parte, volveré.
En DolceCity Madrid: Doblecrema Café