
Aquí encontraréis desde vestidos de novia hechos a mano, personalizados y exclusivos; hasta abanicos que pueden servir también como detalles para los invitados en celebraciones de este tipo (últimamente en las bodas ya no saben qué hacer para ser originales, así que ¿por qué no apostar por las abanicos que son tan nuestros?). También cuentan con una amplia gama de productos como jabones con esencias naturales o pañuelos de organza pintados a mano (la organza es un tejido ligero y transparente de seda o algodón).

Además, en Lola Pinel también tienen un montón de bolsos para fiestas hechos en raso a los que les puedes sumar vestidos que te pueden diseñar ellas mismas a juego para que todos los ojos recaigan sobre ti (hay noches que hay que darlo todo, esto es así). Yo por mi parte estuve echando un vistazo a las fundas de gafas y móviles también pintados a mano. Pero a decir verdad, eran unos colores un poco estridentes para mi discreción habitual.
Pero sí hubo una cosa a la que no me pude resistir, un separador de libros en papel verjurado; es decir, un papel especial que imitaba al pergamino aunque había otros de trazo abstracto que no estaban nada mal. A mi amiga tras su compra del vestido que lucirá el día de su boda (a cambio de acompañarla exigí una tarta de órdago en el banquete) le obsequiaron con un paraguas realmente bonito. La experiencia acabó saliendo buena y si me preguntan otra vez si voy a Lola Pinel contestaré “Sí, quiero”.
En DolceCity Madrid: Lola Pinel