
1) CON LOS NIÑOS A CORTYLANDIA: Yo esto no lo perdonaba de pequeño. ¿Que llegaba la Navidad? ¡A Cortylandia de cabeza! Mi padre me subía a hombros y hala, a disfrutar de lo que se le hubiera ocurrido al Corte Inglés. Lo de subirme a hombros tiene una explicación doble: por un lado, era un niño bajito (bueno, salvo Fernando Romay, todos los niños son bajitos); y, por el otro, la Plaza del Celenque, a las espaldas del Corte Inglés de Preciados (que es donde está puesto Cortylandia desde el principio de los tiempos), se pone A REVENTAR DE GENTE. Este año hay una representación de unos osos en un bosque nevado… un tanto extraña. Llamadme clásico.
Los horarios son un poco locos, pero de 12 a 14 del mediodía y de 18 a 21 horas son las mejores horas para ver las representaciones que duran un cuarto de hora.

2) PONTE LOS PATINES Y A LA PISTA DE HIELO: Si eres torpe como yo, lo mejor es llevar a los niños y dejar que disfruten ellos. Hay varias pistas de hielo en Madrid en la Plaza de España, la de Jacinto Benavente y la de la Luna.
3) VISITA EL BELÉN DE SALZILLO: ¿Recordáis esas colas kilométricas en el Palacio de Cibeles (perdón, CentroCentro) de gente para ver el belén? Seguro que no tenéis que formar mucho la quijotera, puesto que las colas tienen lugar TODOS LOS AÑOS, como para comprarle lotería a Doña Manolita. El belén está puesto hasta Febrero, pero la cosa es verlo cuando toca, ¿no? Seas católico, ateo o miembro de la iglesia maradoniana, merece la pena verla por lo espectacular que es, lleno de detalles para contemplar. Este año el belén es obra del escultor murciano Francisco Salzillo, ya que hemos importado el conjunto desde Murcia y mandamos para allá el belén napolitano de los hermanos García de Castro gracias a un convenido entre comunidades.
Visitas en turnos de 60 personas cada 20 minutos de martes a domingo de 10 a 20 horas. Horarios especiales los días 24, 25 y 31 de enero; y 5 y 6 de enero: de 10 a 14 horas. Cierra los lunes y el 1 de enero.

4) CORRE LA SAN SILVESTRE: Esto es solo para los valientes y sabrás si lo eres… si ya estás apuntado, porque el plazo de inscripción de ya está cerrado. Pero oye, que si no quieres correr, siempre puedes asomarte al recorrido de la carrera popular (que comienza a las 17.30) y animar a esos atrevidos que se ponen pantalones cortos y zapatillas un 31 de diciembre. Son 10 kilómetros y pasan por Concha Espina, la Puerta de Alcalá, Cibeles, el paseo del Prado, etc.
Yo la corrí una vez en 2002 (aún guardo aquella camiseta amarilla con mi número de corredor y el lema “ruge menos y corre más” sobre la figura de un oso) y me gustaría correrla de nuevo. Tendrá que ser el año que viene.
5) TÓMATE LAS UVAS EN LA PUERTA DEL SOL: Esto sí que es para valientes y no lo de correr de 10 kilómetros. La plaza se pone de gente que los pies no tocarán el suelo, estarás literalmente levitando, emparedado entre dos desconocidos. Es un plan un poco kamikaze pero me da un nosequé llevar toda mi vida en Madrid y no haber ido una sola vez a ese sitio desde donde conectaban Ramontxu, su capa y Anita Obregón… En fin, que si os animáis a comer las “12 uvas de la suerte” al ritmo de las campanadas que marca el reloj de la Real Casa de Correos, pues ya sabéis dónde es.
Fotos: Esmadrid
En DolceCity Madrid: 5 planes clásicos de Navidad en Palacio de Cibeles, El Corte Inglés