
Esta tienda se diferencia de otras tiendas de chuches, como por ejemplo Abracazum!, en que sus dulces son todos de repostería francesa, o al menos del estilo, con un montón de pastas de té, galletas al peso, pralinés, distintos tipos de chocolate, nougats (dulce francés muy similar al turrón), caramelos, etc. Lo mejor no es solo que el producto suele estar delicioso, sino que viene todo en unas cajitas metálicas y bolsas super-bonitas, con lo que darte un caprichito aquí está muy bien, pero mejor aún es comprar algo para regalarle a otra persona. Las cajas se pueden comprar vacías para que tú metas lo que quieras, pero digo yo que lo suyo es vaciarla primero, ¿no?

El sitio está decorado de forma muy cuidada, con las vitrinas y expositores llenos de dulces a punto de desbordarse (pero estudiadamente colocados para que no lo hagan), algo que siempre me ha encantado. Si estás en la tienda el suficiente tiempo –truco: hazte el remolón- a lo mejor te toca uno de sus repartos gratis para que la gente pruebe alguna de sus delicias. Uno de sus productos más originales es la “oliva de chocolate”, que es precisamente eso… pero que yo aún no he probado. Y tú, ¿te atreves con ella?
En DolceCity Madrid: La Cure Gourmande