
Yo fui hace unas semanas previa reserva, porque era una quedada un jueves noche para ocho personas. Hice bien, ya que el sitio se llenó a medida que avanzaba la noche. Y no me extraña, porque ese rollito de “taberna moderna” satisface a casi todo el mundo: tienes tapeo y raciones con un aire modernete si quieres cenar “ligerito”, pero también platos individuales (hamburguesas, carnes y tostas) para darte un homenaje individual. Mis amigos y yo optamos por unos cuantos platos para compartir (la ración de tres mini-hamburguesitas es excelente para esto) y luego el que tuviera hambre que se pidiera un plato para él solito. Todo el mundo acabó contento.

El sitio está atendido por camareros muy majetes y ubicado a pocos metros de la Plaza de Jacinto Benavente… pero “alejado del centro” de alguna manera. El ambiente, como digo, fenomenal (chupitos de regalo al final de la velada); pero vamos con lo importante: LA COMIDA. Merece mucho la pena porque conjuga cantidad y calidad, os digo lo más destacado de mi cena:

Parrillada de verduras (riquísima), tostas de jamón ibérico, huevos con chorizo, las mini-burgers con distintos tipos de carne (buey y canguro –la de canguro está superior-) y patatas cortadas a mano y fritas como Dios manda (doraditas y crujientes por fuera y tiernas por dentro); hamburguesas individuales y hasta cayó algún postre como tiramisú y tarta de queso.

Tengo pendiente volver porque su carta es bastante amplia y hay varios platos a los que les quiero meter mano. Ah! Un día (hace ya un par de añitos) vine a comer de menú y probé una crema de remolacha sencillamente deliciosa. No sé si la seguirán teniendo…
En DolceCity Madrid: Kaixo