Cálido, como su propio nombre indica, es un nuevo restaurante de Chueca donde entras y te pones como una moto a poquito de empezar a desfilar los platos:
¡qué rico todo! Ahora entramos en materia con lo que me metí entre pecho y espalda, quizá mis recomendaciones puedan valerte para pedir sobre seguro, pero déjame decirte antes que el sitio es “brand new” y luce espectacular, que
la decoración es original y sencilla al mismo tiempo; y que el personal es majo, dispuesto y amabilísimo. Un sitio muy recomendado para comer o cenar con la pareja o los amigos a poquitos pasos de la plaza de Chueca. Yo quedé contentísimo.
Un
gran mural con una señorita rubia invitándote a tomar una cerveza te recibe a la entrada, y si el sitio está lleno, por qué no hacer caso a la rubia y tomarse una cervecita fresca en su barra. Mi amigo y yo entramos directamente a una de sus mesas, blanquitas y con sofás a juego para los que elijan “pared”, y con unas sillitas de madera con un corte de lo más original para los otros. Sus distintas lámparas, unos farolillos en las paredes, unas bombillas que caen del techo, así como algunos de los tablones con ribetes que decoran las paredes son dignos de admirar… pero el hambre me secuestró los ojos y los puso en la carta. Había que pedir.
Muchas cosas para elegir y muy apetecibles todas, con esa
cocina tradicional con un toque creativo que propone Cálido. Tienes
platos de cocina española pero también japonesa o mejicana. Os digo lo que probamos, que fue mucho:
Para empezar, timbal de verduras con queso de cabra gratinado y aceite de albahaca. Estupendo. El
Tataki de atún braseado con salsa kimuchi que le siguió fue
maravilloso, con un atún tan suave que se deshace en la boca. Fresquito, ligeramente picante, delicioso. ¡Pedidlo y acertaréis!
El
Latin Sake Roll también es una apuesta segura: seis rollitos de sushi con tempura y una salsa tan rica que daba hasta apuro mojar también en la soja. El tataki anterior y este latin sake roll forman un combo estupendo. Además, probamos dos
risottos, el de
chipirones en su tinta y rape; y el de verduras con manzana. Este último me volvió loco y os lo recomiendo por encima del de chipirones, que también está rico pero no es tan melosito, no es tan juguetón.
Pero no se vayan todavía… Pinchito moruno y pinchito andaluz con miel, dos hits; bacalao con puré de puerros y un secreto ibérico con parmentier, unas patatas así como panaderas, con setas glaseadas y coulis de frutos rojos. ¡Menudo festival! Para rematar,
dos porciones de tartas caseras ESTUPENDAS: una
red velvet con mantita bien gruesa de crema de zanahoria y una
tarta de Oreo sin mácula. Con mini-oreito de regalo
on the top. Las dos estaban muy bien de tamaño, eran
esponjositas y tenían materia donde hincar la cuchara. Se notaba que eran
caseras de verdad.
Cálido es un éxito,
platos deliciosos a buen precio, sitio bonito, trato cercano, ¿a qué estás esperando?
(Podéis ver el aspecto de todo lo que probé en la galería de fotos de este post)En DolceCity Madrid: Cálido