
De “Man of Steel”, la nueva película de Superman que llega hoy a los cines de toda España, espero muchas cosas. Pero del Parque Warner (popularmente conocido como “Parque de la Warner” y nunca conocido como “Warner Bros. Movie World”, que era su nombre original) no sabía muy bien qué esperar: “¿Me seguirán gustando las montañas rusas? ¿Seguirá siendo gracioso empaparse en las atracciones de agua? ¿Podré montarme en las sillas voladoras sin sentir un vértigo atroz?”. La pregunta que me hacía, en definitiva, era esta: ¿ME HABRÉ CONVERTIDO EN UN… SEÑOR? Era la hora de probar las cinco atracciones más atrevidas del Parque, era la hora de desafiar mis límites como hice aquella otra vez, era la hora de sacar al Superman que llevo dentro.

⇒ ATRACCIÓN 1. SUPERMAN, LA ATRACCIÓN DE ACERO: Dios bendito, ¡¿pero qué locura es esta?! Una montaña rusa vil, que va a traición, a pillarte. ¡Tiene más loops que una canción de will.i.am, maldita sea! Ahora te suben p´arriba, ahora te dejan colgado como un salmonete, ahora te eyectan hacia el infinito, ¡destructores! Un chute de adrenalina (y miedo a la muerte) con 7 inversiones y caídas a más de 100 kilómetros por hora. Me hizo sacar el Superman que llevo dentro, sí, pero el que hacía retroceder el tiempo volando alrededor de la Tierra como un poseso... para pensármelo mejor y no montar. Pasadas un par de horas me monté otra vez, claro.
Antes de montar, se puede ver una recreación del Daily Planet bastante chula, con los despachos de Clark, Lois y hasta Perry White (ese es el jefe) dispuestos con cierta gracia. Los adolescentes me arrollaban mientras yo, quizá como un señor mayor, me entretenía haciendo las fotos que podéis ver en la galería de este post. El nivel de detalle me sorprendió gratamente. La tienda de merchandising denominada “Metrópolis” tampoco era manca, aunque esos muñecos de trapo del Tito Súper son francamente mejorables (¿por qué no traer unas cuantos de estos?).





#video#
PD. En la galería de fotos veréis atracciones, lugares y otras cosas que me llamaron la atención del Parque. En general es una visita muy divertida en la que la mayoría de ocasiones crees estar dentro de una película o un rodaje. Hay baños y fuentes cada dos por tres y un buen balance entre atracciones “fuertes” y otras más light. Solo encuentro mejorables dos cosas: 1) Más zonas verdes (en plan césped para tumbarse, como en el Parque de Atracciones); y 2) Una mejora sustancial en los transportes públicos para llegar allí (se tarda mucho y la ida y vuelta entre autobuses y cercanías sale por 9 euros -no os perdáis la foto con el cartel escrito a mano por algún taxista colocado en la marquesina del bús-).
PD. 2. Gracias a Alicia y Teresa de prensa del Parque por su indispensable colaboración
En DolceCity Madrid: Parque Warner