
Y digo “visita imprescindible” porque he vivido toda mi vida en Madrid (con alguna pausa, eso sí) y eso del “mirador de Conde Duque” me sonaba a historias de OVNIS y fantasmas: poco menos que una leyenda urbana. “¿Pero de verdad existe tal lugar?” Pues ya lo creo que existe. El pasado sábado, prácticamente sobre la bocina, mi novia y yo hicimos una cola de casi tres cuartos de hora para poder subir a la última planta del Conde Duque. Y es que el ascensor, poco habituado a tal afluencia de gente, se había averiado y había que subir hasta la azotea al viejo estilo “pies para qué os quiero”. Da igual, la subida mereció la pena.

El torreón del cuartel Conde Duque tiene algunas de las mejores vistas de Madrid: la Casa de Campo, las torres de Plaza de Castilla a lo lejos, el Pirulí aún más a lo lejos, el jardín del Palacio de Liria, los altos edificios de oficinas de Plaza de España, el edificio Metrópolis que marca el inicio de la Gran Vía… y hasta la casa de una amiga.

En fin, yo os dejo las fotos en la galería de imágenes de este post y os dejo que juguéis vosotros al “¡Ah, mira!”, un popular juego que se da en las azoteas de estos miradores tan inexplorados.

Mi duda es, ¿por qué no abrirlo todo el año? Con unas vistas tan preciosas de Madrid, es un acto de injusticia no solo hacia los madrileños y/o turistas, sino hacia la propia ciudad, que merece ser mirada desde sitios tan excepcionales como este.
En DolceCity Madrid: Mirador de Conde Duque