Cómo son los de Esquire. Pues no voy el otro día caminando por la calle Serrano y… ¡tracatrá!
Portadón gigante de la revista cubriendo un edificio. Y su hermana Harper´s Bazaar haciendo lo propio con otro. Dos lonas gigantes de las revistas de la editorial Spain Media en
Serrano con Hermanos Béquer, justo enfrente de la Embajada de Estados Unidos en Madrid.
Llamadlo como queráis (“publicidad con chispa” sería mi nombre,
“O*tias!” es el que le han dado ellos), pero a mí esto me encanta.
Soy fan absoluto de la revista Esquire. Y no sólo de su edición española, siempre procuro cotillear sus ediciones
británica y
estadounidense. La
maquetación de la revista es una maravilla, la mayoría de sus
portadas son impactantes y creativas (y no lo digo sólo por
la de febrero de 2005, una de mis favoritas por motivos evidentes…), y sus
contenidos suelen ser interesantes y estar muy bien escritos. En Esquire la belleza también está en el interior.
La publicación se resiste a cumplir el ciclo vital de las revistas: nacimiento (la compras en el kiosco), vida (la lees en un viaje) y muerte (la abandonas cuando llegas a tu destino). Esta revista
pide ser guardada en la estantería, como un buen libro. Para releerla de nuevo en el futuro, para desdoblar las esquinitas de las páginas que más te gustaron, para disfrutar de nuevo de sus fotos y su diseño.
La revista sabe que ha trascendido su propia naturaleza, que
se ha convertido en un producto. Un ejemplar de Esquire es como un café del Starbucks, unas botas de Converse o el último cachivache de Apple.
Sus campañas de publicidad así lo demuestran (¿os acordáis de
cuando empapelaron Madrid promocionando a Javier Bardem sosteniendo a un perrito?), y la gente que aparece en sus portadas, ídem. Y es que uno de los reclamos indiscutibles de la revista son las celebridades (término algo desvirtuado en los últimos tiempos).
Si en sus portadas has podido ver a
Woody Allen,
Muhammad Ali o
Tina Fey; por sus páginas han desfilado las palabras de
Raymond Carver, Truman Capote, Norman Mailer, Ernest Hemingway, Tom Wolfe o
F. Scott Fitzgerald (hasta llegó a especularse con que J.D. Salinger había firmado un texto que en realidad era de Gordon Lish). De nuevo lo del envoltorio y el interior, tan cuidado lo uno como lo otro.
Quedamos a la espera de futuras iniciativas publicitarias de la revista. Y si es una de las chicas de sus portadas invitando a los transeúntes madrileños a una copa, mejor que mejor. Voto por ello.
P.D. Os recomiendo muy mucho el blog Art Department de Clara Montagut, “diseñadora gráfica, directora de arte de revistas, ilustradora y tejedora compulsiva” que revela (de forma asombrosa) cómo se han creado algunos de los reportajes de la revista.
P.D. 2 También es recomendable el blog “Una pausa para la publicidad” de la web de Esquire, llevado por dos creativos publicitarios: Luis Rodríguez y Francisco Castillo.P.D. 3 Os dejo un vídeo con la visita de George Lois a la redacción de Esquire España. En él, cuenta cómo se ideó la famosa portada de Muhammad Ali, de la que os he dejado una foto hecha con mi cámara (fue la tapa del número español de febrero de 2012).#video#