Lunes, 19 Diciembre 2011

Cinesa IMAX: pelis nítidas, gigantes y envolventes en Madrid

por Juan Rodríguez
Los Cinesa IMAX del centro comercial Parquesur de Leganés son los únicos cines de la capital donde poder ver películas en este formato. Sus imágenes nítidas y su sonido envolvente merecen el paseo.
Mi conversación telefónica con Tom Cruise, tal como la recuerdo, fue algo así:


-Tom, te venero.
-Si lo que dices es cierto, redactor, debes demostrarlo. ¿Sabes la secuencia esa del rascacielos de Dubái de la que he hablado en algunas televisiones?
-No he escuchado otra cosa en las últimas dos semanas. Hasta las señoras que hacían cola en la pescadería me hablaban del rascacielos de Dubái.
-Vale, pues eso como luce de verdad es en un cine IMAX.
-¿Un cine MAX? ¿Cómo la Pepsi Max?
-He dicho IMAX, palurdo. Sólo hay uno en Madrid. Tu misión, si decides aceptarla, es encontrar dicho cine, ver en él “Misión Imposible 4” y describir tu experiencia para DolceCity Madrid. Este mensaje se autodestruirá en 5 segundos, 4, 3, 2, 1…


(SILENCIO INCÓMODO)

-Pssssssssssss…
-Tom, ¿por qué haces ese ruido con la boca? ¿Estás simulando el humillo del mensaje autodestruido a través del teléfono?... ¿Tom?... ¿Hola?

Me había colgado. Pero acepté su misión de inmediato. Para empezar, hay OTRO cine en Madrid que proyecta películas en IMAX. Está junto al planetario, pero su programación se concentra en documentales creados en exclusiva para este tipo de cine (inmersiones en el agua, persecuciones de dinosaurios, etc.). El único cine de Madrid donde podrás ver algo como “Misión Imposible: Protocolo Fantasma” o la tercera parte del Batman de Christopher Nolan (que ha rodado buena parte del metraje en este formato) es el Cinesa IMAX de Parquesur, en Leganés. Y allí que me fui.


Antes de contaros mi experiencia, conviene dejar claro qué es esto del “IMAX”. IMAX (de Image Maximum) es un sistema de exhibición de cine que proyecta imágenes de mayor tamaño y mejor definición, más nítidas, que los cines normales. La pantalla de un cine IMAX es más grande que una normal (las dimensiones mínimas son 22 metros de ancho y 16 metros de alto) y se extiende más allá de la visión periférica del ser humano, “metiéndote” en el centro de la acción. Doy fe de ello. Hay al menos tres momentos en “Misión Imposible: Protocolo Fantasma” donde sentí verdadero vértigo. De agarrarse a la silla, amigos.

Dichas imágenes vienen respaldadas por un sonido digital envolvente tres veces superior al famoso Dolby Surround. De nuevo, le pongo el sellito de aprobado. Hay una secuencia en MI4 a bordo de un avión en la que, literalmente, sientes los motores detrás de ti, como si tú estuvieras dentro del avión. Sólo faltaba la azafata pasando con el carrito de las bebidas.


Para terminar, no hay que confundir el término “IMAX” con “3D”. No tienen nada que ver. La mayoría de cines IMAX pueden proyectar en IMAX 3D cuando la película haya sido rodada (o convertida chuscamente) en formato tres dimensiones, pero no fue el caso de mi misión, que ha sido rodada en las estupendas 2D de toda la vida. Por cierto, próximamente se estrenará el sistema de proyección “IMAX 3D-A”, es decir, la tecnología holográfica. La primera película en inaugurar esto de los hologramas será un documental de un concierto de Miley Cyrus. ¿Tenían o no tenían razón los mayas?

Vamos ya con mi experiencia personal. Lo primero es lo primero: nunca he visto imágenes tan limpias, tan “claritas”, como con esta peli. Los cielos azules de MI4 dan ganas de comérselos. Tampoco he escuchado nunca un sonido tan espectacular. Uno está ya (tristemente) habituado a las motitas negras, los saltos de bobina, los desajustes de sonido y demás historias de los cines convencionales. No tuve nada de eso en el Cinesa IMAX y disfruté mucho más de la experiencia cinematográfica por ello. Por esto SÍ merece la pena salir de casa para ver una peli.


Respecto a la “inmersión” en la película, con esa cacho pantalla es cierto que estás mucho más absorto en lo que pasa en el film. Las lucecitas del pasillo, el crujir de las palomitas o la consulta del móvil de los espectadores desaparecen del mapa. Esa pantalla y ese sonido, más que “envolverte”, yo creo que te hipnotiza. El buen hacer de Brad Bird tras las cámaras también tiene algo que ver, claro (dudo mucho que una película de Uwe Boll te hipnotice, ni en IMAX ni en Cinexín). La disposición de los asientos, en semigrada, y la separación entre filas son otros dos pluses grandísimos para disfrutar del show.

Precio. ¿Cuánto cuesta la broma del IMAX? Pues 2 euros más que la peli normal. Como en viernes, laborable y festivo una entrada cuesta 8 euros, me salió por 9´50 euros (te descuentan 50 céntimos si reservas la entrada por Internet –a Tom no le gusta que deje nada de esto al azar-).


Las únicas pegas del Cinesa Imax es que estaba en obras (mucha zona tapada con tela azul, no están “bonitos” ahora mismo) y que me queda un poco lejos de casa, aunque hoy en día en Cercanías se llega casi antes a Leganés que a tu propia casa. Te recomiendo ir a Atocha y coger la línea C-5 de Cercanías, dirección Fuenlabrada, y bajarte en la estación de Zarzaquemada. En un paseo de 5 minutos estarás en el centro comercial Parquesur, que es donde está ubicado el cine. La opción de venir en Metro no te la recomiendo, a no ser que quieras terminarte ese libro que tienes a medias. Si es así, tu parada es El Carrascal (Línea 12).

Por último, me gustaría apuntar que contemplar a Paula Patton en IMAX es una experiencia religiosa. Buenos días.

P.D. Consejo para usuarios nivel avanzado: ¿Cansado de pagar más por las palomitas y coca-cola que por la propia entrada de cine? Puedes comprar una bolsa gigante de palomitas recién hechas en el Belros de Parquesur por 2´50 euros. Ah, Belros… nos has sacado de tantos bretes…

En DolceCity Madrid: Cinesa IMAX

Cinesa IMAX ( ver plano )

Av de Gran Bretaña
Tel: 902333231
Web: www.cinesa.es/cines/parquesur-3d

Los Cinesa IMAX del centro comercial Parquesur de Leganés son los únicos cines de la capital donde poder ver películas en este formato. Sus imágenes nítidas y su sonido envolvente merecen el paseo.