Únicamente ha cambiado las paredes y el suelo de su abarrotada tienda de la calle Goya. Algo que parece insignificante pero que ha conseguido dotar a este espacio, que no es de los más grandes, sino todo lo contrario, de una luminosidad que invita no sólo a entrar, sino a quedarse.

Además, han elegido una buena época del año, ya que las tonalidades de la primavera, con colores más vivos que el resto de año, consiguen un contraste espectacular con las nuevas paredes de Mango.
Sinceramente, entrar ahora en este Mango es entrar en un mundo de luz y color y, aunque no ha cambiado absolutamente nada de la estructura y forma anterior, sin embargo parece que entras en una tienda completamente diferente.

Creo que a pesar de sus escasas dimensiones se ha convertido en una de las más bonitas. Además, ese cambio de color ha hecho que de ser una tienda un tanto “agobiante” y donde todo parecía más oscuro, haya evolucionado hacia un espacio cálido, elegante y muy cuidado.
Y todo, por modificar el color y material de las paredes… (Su colección de primavera-verano puedes verla aquí).
En DolceCity Madrid: Mango