
Uno de los mayores cambios es –a parte de las interminables tareas de la casa- el tema de la cocina. Para los que tenemos una madre que cocina de manera excepcional y con una alimentación variada, nos resulta muy importante seguir con esta variedad. Yo, personalmente, me llevo el tupper al trabajo, por lo que me es “imprescindible” saber cocinar.
Mi madre es mi gran maestra, pero para los que no podéis o no queréis depender de la familia, os presento un lugar donde aprender a cocinar es toda una diversión. Lo conozco por una amiga, que aprendió aquí a hacer sushi y está súper contenta.

El sitio en cuestión se llama Kitchen Club y tiene cursos de todo tipo y no muy largos, para que la cocina no se convierta en una esclavitud. Hay una oferta muy variada de cursos como por ejemplo: pintxos vascos, arroces, de cocina creativa, peruana, mediterránea “de abuela”, cocina japonesa, de pastas frescas y salsas, de respostería… También puedes aprender a hacer gin tonics para sorprender a los amigos, o si eres un clásico, de vinos , que nunca pasa de moda.

Para los más jóvenes hay dos opciones muy atractivas: Kitchen Young, para acercar la cocina a chavales entre 12 y 17 años; y Kitchen Kids, para los más pequeños de la casa, que disfruten cocinando y aprendiendo a distinguir sabores.
Ah, y después de cada curso, comida o cena entre todos los asistentes para degustar cada “creación”.

Además, en esta "escuela de cocina" tienen servicio de catering y ponen a tu disposición sus salas para que puedas reunirte allí con amigos o para que celebres un evento muy especial. Puedes alquilar la sala y todos sus servicios, o alquilar la cocina y ser tú quien deleite a los comensales. Eso queda a tu elección.
En DolceCity Madrid: Kitchen Club