Se podría decir que a mi no me gusta el fútbol, para que engañaros, sólo veo algún que otro partido. De hecho, cada vez me repele más ese ir y venir de miles de millones que han convertido al deporte en negocio. Pero bueno, parece que hoy en día lo que no es negocio, simplemente no es, así que por el bien de los que sí que os gusta el fútbol, espero que la cosa no cambie. Yo, ya os digo, si la ocasión lo merece, no dudo en sentarme delante del televisor con el pack patatas-cerveza y gritar ¡Gol! En esta vida hay que hacer de todo menos el ridículo.
Del Museo del Real Madrid ya os habló Esther en su día, un lugar realmente digno de visitar, ya no se pueden tocar las copas, ni lo atiende un señor mayor del club y la entrada ha dejado de ser gratuita pero, que se le va a hacer, los tiempos cambian.
El museo del Atlético de Madrid es otro de los grandes templos futboleros que tenemos en la ciudad, está puesto con gusto y cariño, pensado para el disfrute de los aficionados del club y demás curiosos como yo, que se cuelan a visitarlo, no parece una manera más de ganar dinero.
Su colección repasa la historia del club desde 1903, se dice pronto, ¡Hace más de un siglo que manejan el balón los atléticos! Las salas del museo invitan al visitante a repasar paso a paso la evolución de los rojiblancos desde entonces y hasta nuestros días.
La sala de proyecciones, con capacidad para cincuenta y cuatro personas, proyecta un reportaje en el que se cuenta la historia del club narrada por el simpático Francisco Narváez, “Kiko”.

Después se pasa a la elegante sala de trofeos donde se puede ver la Copa Intercontinental que el equipo ganó en 1974. Y finalmente la de equitaciones, la mejor y más admirada por los pequeños, en ella se pueden ver los uniformes de jugadores de todos los tiempos, balones y demás objetos.
Para mi una entretenida visita, para los niños, a juzgar por sus caras de alegría, una experiencia inolvidable. Si te animas a llevarlos recuerda que el club organiza además, visitas guiadas por el estadio que incluyen una visita al palco, enseñan la zona vip y permiten pisar el terreno de juego.
En DolceCity Madrid: Museo Atlético de Madrid