Miércoles, 27 Octubre 2010

SPA RADISSON BLU, un nuevo espacio de relajación

por Clara Isabel Buedo
En medio de la urbe, en el centro más frenético de Madrid, se abre un nuevo espacio de belleza y bienestar en el que mimarnos y sentirnos mimados. Descúbrelo.
Casi recién aterrizado en Madrid, el Hotel Radisson Blu (primera enseña que el mayor grupo hotelero de lujo de Europa, The Rezidor, acaba de abrir en España), además de sus estancias recoletas y la mar de acogedoras, nos ofrece un nuevo espacio de relajación en el que cuidarse y despojarse del agitado ritmo urbano que soportamos en Madrid.


Como un paréntesis, un oasis, un minuto de silencio entre horas de estruendo, un alto en el camino… Un entorno que ejemplifica la sensación que produce la calma, más de 200 m2 de estética zen, minimalista, limpia y refinada, dedicados al placer, a los sentidos, al bienestar. El Spa del Radisson Blu ha sido concebido y diseñado para que clientes del hotel, madrileños o visitantes varios, puedan dedicarse unos minutos a sí mismos, un nuevo enclave en el que mimarse y sentirse mimado.


Además de un córner de cardio-fitness, la planta “S” del céntrico Radisson Blu alberga una gran piscina de hidromasaje climatizada, duchas nebulizadoras inspiradas en la cromoterapia, hammam y una zona de relajación con tumbonas en las que se puede seguir atisbando el frenético ritmo de las calles de Madrid mientras disfrutas del relax.

Pero sin duda, el mejor complemento al circuito spa es una sesión estético-relajante. Y sí, digo bien, porque los tratamientos que han diseñado aúnan bienestar con belleza, no se puede concebir la una sin la otra.


Todos los tratamientos siguen los selectos protocolos de la firma francesa Anne Sémonin, considerada la cosmética de “alta costura” por la elevada calidad de su materia prima y la posibilidad de personalización del tratamiento por la combinación todos sus productos para lograr una belleza a medida.


Anne Sémonin, pionera en la combinación de micronutrientes y aceites esenciales, sustenta su filosofía de belleza en la creencia de que los productos cosméticos y los tratamientos más efectivos están basados en una prescripción hecha a medida.

Su producto estrella es la gama de sérums indicados para cada problema o tipo de piel, que se pueden combinar entre sí o añadir en cualquiera de sus productos, logrando así rituales únicos, eficaces y muy placenteros. Si te gusta el aroma de los aceites esenciales y las texturas sensoriales, sin duda, esta es tu firma.


Su carta estética incluye nombres tan apetecibles como el “Ritual corporal con arena negra de Tahití” para exfoliar y aceites aromáticos para suavizar y desintoxicar la piel, concluyendo con un masaje fito-aromático relajante de cuerpo entero; o el “City Express Facial”, un masaje exprés refrescante que hidrata la piel al instante dejando un aspecto fresco y luminoso; terapias Jet Lag, masaje relajante con piedras calientes basálticas...

… pero, sin duda, con el que me quedo es con el protocolo de “Managers Break”, el tratamiento estrella de la casa, y motivos no le faltan. Un masaje pensado para aliviar las zonas de tensión y rigidez muscular como espalda, cuello y cuero cabelludo, combinado con un tratamiento facial fito-aromático específico según tipología de la piel o problemas epidérmicos específicos, que refresca, nutre y protege.
Mi tratamiento preferido, a base de algas, intenso y aclarante

No todos los masajes descontracturantes son iguales. Este ritual, diseñado específicamente por Anne Sémonin, está pensado para todos los que estamos sometidos al estrés diario y las malas posturas corporales en el trabajo. La terapeuta, después de amasar bien todos los músculos de la espalda con pausadas pasadas a dos manos, descontractura espalda y zonas aledañas. La sensación final es de soltura y tranquilidad. Y como colofón, el tratamiento facial seguido del masaje de brazos que completan este tratamiento digno de dioses. Para salir levitando…

En DolceCity Madrid: Spa Hotel Radisson Blu