Para que nuestro organismo pueda funcionar, hace falta que todos sus componentes sean alimentados continuamente por energías electromagnéticas (que encontramos en los alimentos, en el agua que bebemos, el aire que respiramos...), pero también en el bioplasma (mezcla de radiaciones atómicas y bio-fotónicas) que brillan permanentemente a través de nosotros mismos (nuestros campos energéticos).

Si estas energías se evacuan mal, se estancan y forman “bloqueos energéticos” que impiden la libre circulación de la energía. Por esta razón, las funciones físicas, orgánicas, hormonales y motrices se ralentizan, se desordenan, lo que entraña dolores, fatigas, enfermedades, degeneraciones…
Todos los dolores no son otra cosa que efectos y no causas. Todos nuestros problemas orgánicos no son en origen una patología, sino consecuencias debidas a la acumulación de las energías no evacuadas, como consecuencia del cansancio, de excesos físicos, el estrés mental, las emociones mal generadas, los errores alimenticios, etc. La lógica nos impone actuar sobre las causas energéticas con el fin de hacer desaparecer sus efectos. ¿Cómo?: a través de la terapia bio-energética.

En Madrid podrás rendirte a la evidencia de la Bio-energía en el Centro de Terapias de Belleza y Bienestar Shizen, donde se ha incorporado esta técnica a través de pequeños cursos o seminarios con los que se entra en contacto con esta sabia ciencia, además de aprender trucos e ideas para mantener un buen nivel energético óptimo. Y si lo tuyo es dejarte hacer, ponte en manos de sus terapeutas de bioenergía que trabajando sobre la “energía mala”, consiguen mitigar esos torbellinos energéticos y restaurar los campos energéticos que nos protegen.
El protocolo de tratamiento mezcla varias técnicas con unos movimientos manuales muy precisos, en función de qué sea lo que haya que reparar. Mediante la bio-energía, no se toca con las manos, el terapeuta transmite su propia energía atravesando la barrera energética del paciente, insistiendo en las zonas doloridas o bloqueadas, para restaurar todo ese campo energético. En función de cuáles sean las dolencias, se requiere mayor o menor insistencia. Independientemente del escepticismo que arrojemos a esta materia, sí puedo deciros que cuando una persona “hurga” en tus campos energéticos, se nota, en ese momento, y después…

Una obra de consulta más que recomendada para adentrarse desde un prisma psicológico y sociológico al ámbito de cada rueda energética.
Bio-energía en SHIZEN