
Sin embargo, no todo son malas noticias porque a la vuelta del verano ví el nuevo negocio que ocupa esa esquina y tiene muy, muy buena pinta. Se trata de Nurielle e indagando, indagando, resulta que tiene varios establecimientos en Madrid.

Ayer lo probé y sigue un poco la filosofía del Starbucks pero con más variedad. Además de sándwiches y ensaladas tiene otros productos como empanadas, pizzas, kisches… Productos más elaborados. Para los más golosos hay una gran selección de helados para terminar la jornada con un postre perfecto o, si lo prefieres, bombones y pasteles –que venden al peso- y bollería muy selecta.

La decoración es moderna y cómoda aunque no tenga sillones. Siempre hay gente aunque no llega a estar abarrotado, lo que lo convierte en un lugar perfecto para quedar a comer algo ligero y rápido, o para tomar un café a media tarde con un trocito de tarta, o para acabar la jornada con un poco de helado o cenar una ensalada. Y si se te hace tarde, prueba uno de sus cócteles con o sin alcohol. Hay para todos los gustos.
En DolceCity Madrid: Nurielle