
Puedes hacerte socio -que tiene descuentos- o comprarte un bono de diez sesiones -no personales, es decir, las puede usar cualquiera- para el spa por 46 euros. Las tres horas salen por 4,6 euros, un precio más que bueno para todo lo que te ofrecen.
En la planta baja, piscina para hacerte unos largos y otra más pequeña donde hay distintos chorros que relajan tu espalda y una especie de camas que te masajean. En la primera planta una piscina que no cubre para relajarte, otra en la que si te sumerges puedes escuchar música. Además, un camino de piedras para fortalecer tus pies, pequeñas cabinas con cubos de agua de distinta temperatura y una sauna para abrir todos los poros.

Más arriba, el jacuzzi. Un buen lugar donde abandonarte por un largo rato. También se repiten las pequeñas cabinas para que tu cuerpo sufra los contrastes del agua fría y caliente y, para los socios el solarium. Se trata de una terraza al aire libre (hasta aquí todo era climatizado) con una piscina que no cubre, para que puedas tomar el sol mientras estás en el agua. También hay tumbonas con unos aspersores para ponerte moren@ sin apenas notar el calor.
Pero aquí no acaba todo. En la planta menos uno tienes un gimnasio con muchísimas máquinas para elegir el deporte que más te gusta. Con pantallas planas para ver la tele, harás deporte de forma fácil y entretenida.

Y en el exterior, pistas de pádel. Si no recuerdo mal hay unas diez, así que es difícil que te quedes sin una. Algunas están cubiertas (bastante caras si no eres socio) y el resto al aire libre.
Nuestro plan fue completo: una hora de pádel, dos horas de spa y el deporte…, bueno, eso lo dejamos para otro momento que hay que ir a comer a los variados restaurantes que tienes tres calles más abajo, cerca del Hipercor.
En DolceCity Madrid: Aqa Los Prunos