El concepto de peluquería ha cambiado y ya no sólo se lleva ofrecer las últimas tendencias en cortes y productos para el cabello, ahora también se dedican a ofrecer nuevos servicios en ámbitos que nada tienen que ver con el peinado.
Como ya he confesado en anteriores artículos, tengo debilidad por las peluquerías y siempre voy preguntando entre mis conocidos su lugar elegido para tan difícil tarea. Le Salon d´Apodaca ha sido nombrada por varias de mis amigas.
Se trata de un multiespacio en el que no sólo vas a cambiar de look y probar el corte vanguardista que caracteriza a estos sitios “modernitos” de Malasaña, también puedes disfrutar de otras actividades como
comprar ropa de jóvenes diseñadores. Don Devas Coneso es una de las firmas que te ofrece El Salon D´Apodaca y que me conquistó sólo con el nombre.
Además, una de las peluqueras se encarga de
organizar una vez al mes reuniones de tupper-sex, donde la misma persona que te aconseja sobre el cuidado de tu pelo te explica el uso de todo tipo de juguetes eróticos. Hay que reconocerlo, es raro, raro aunque sin duda, muy original.
Pero la entrada en estos nuevos ámbitos no hace que se les olvide su verdadera función, cortar el pelo.
La experiencia es más que satisfactoria, el trato de los empleados es inmejorable y la profesionalidad es indudable. El peluquero te aconseja sobre lo que mejor te queda en función de tus características, te trata el cabello con los mejores productos y lo más importante es que el resultado final es el deseado. Nada de improvisaciones y tijeretazos en contra de tu voluntad, algo bastante común en muchas peluquerías.
Y no me quiero olvidar de la buena música, de las proyecciones de películas mientras te lavan el pelo, de las exposiciones y de lo mejorcito del sitio, la decoración. Según me contaron, el responsable es el dueño que ocupa los domingos y festivos en darle ese aire moderno y original a su peluquería. Ojo a los sillones de terciopelo y a los productos reciclados como los cascos de secado convertidos en lámparas.
Mira, mejor dejo de contártelo y pruébalo tú mismo. Cuélate en su salón, ponte cómodo y deja que te traten como buenos anfitriones.
En DolceCity Madrid: Le Salon d´Apodaca