Llevado por la pasión de la industrialización su objetivo captó a la perfección esa visión moderna de principios del siglo XX, el culto a la maquina y el hormigón, los rascacielos, las ciudades dormitorio y la mecanización como Dios de la cultura de masas. Pero nuestro hombre de San Luis, educado en La Sorbona, vivió también los devastadores efectos del crack del veintinueve.

Con su ojo atento en la vida de aquellos días Evans documenta a la perfección la vida del Nueva York de antaño, sus instantáneas recogen paso a paso la vida de las calles de la gran ciudad mostrando desde luminosos hasta anónimos viajeros captados sin permiso.
Trabajó durante veinte años para la revista Fortune, de esa época la muestra recoge algunos de sus mejores reportajes pero la gran joya de la exposición son las instantáneas que Evans tomó para ilustrar el libro Let us now praise men del poeta James Agee, un documento sin precio para entender la depresión de los años treinta.
Adéntrate en el universo de este hombre de aspecto triste y melancólico que supo captar como nadie detalles que para la mayoría pasaban inadvertidos, una figura clave de la fotografía documental norteamericana que la fundación recupera con especial acierto, en estas salas encontrarás imágenes sobrias y concisas que definen la realidad social de una época especialmente atractiva.
Walker Evans en Fundación Mapfre
Hasta el 22 de marzo de 2009