La bonita y fructífera andadura de la empresa Dornbracht empezó en 1950 en una pequeña barraca de algún punto de Alemania. Aloys F. Dornbracht (1893-1983) y su hijo Helmut trabajaban 45 horas a la semana para ganarse el pan. A partir de las 5 de la tarde juntaban sus cabezas para crear su propia empresa. El Padre iba a Colonia en tren con la maleta llena de un caño extensible ideado por ellos, que permitía llevar el agua fácilmente a donde estabas cocinando (yo lo tengo y es adictivo) sobre todo en grandes cocinas, para ofrecerlo a comerciantes. Al principio se lo rechazaban siempre con un sencillo “no hay interés”, hasta que, gracias a su insistencia, alguien cambió de opinión: “bueno, vamos a comprarle tres o cuatro unidades al pobre viejo”. Más tarde, relata su hijo, llegaron a fabricar 40.000 unidades por mes de esta su primera patente, y en el Alemania de los años 50 se cocinó más.
Esta bonita historia junto con una larga, firme, creativa, y apasionante carrera, convierte a Dornbracht en la empresa líder del mercado en baños, griferías y complementos de lujo en muchos países. Su calidad, diseño, y corrección en los precios la más buscada por ciertos sectores de la sociedad a la hora de crear sus baños.
Esta empresa, aun familiar, y que se ocupa al detalle de todos sus productos creó Statements Projets, desde donde patrocinan con todo cariño eventos culturales, y estableciendo así en pocos años una relación positiva entre la marca Dornbracht y el mundo de las artes. Muchos nombres famosos de este ámbito han elegido para su baño esta empresa. Gentes que precisan que su baño pase de ser un lugar frío, práctico y funcional a un lugar donde vivir experiencias.
Estoy de acuerdo. Si lo primero que ves por la mañana es una obra de arte, seguramente tu día sea más creativo y feliz. Os invito a conocer esta excepcional marca de baños, grifos y complementos de lujo. Las musas os acompañarán¡¡
En DolceCity Madrid: Trentino
