
Morente fue desde joven, cuando marchó de Granada con 15 años a buscar el flamenco a Madrid, un cantaor inquieto. Desde el principio, aprendiendo junto a Pepe de la Matrona, se negó a escoger repertorios evidentes. Ya entonces Enrique tuvo claro que no iba a seguir los caminos establecidos, él era cantaor pero no iba a dejar de explorar ninguna posibilidad interesante.
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Y comenzó a ponerle música a los poetas: Lorca, Cernuda, San Juan de la Cruz... o al Quijote. Se dejó acompañar de músicas de otras latitudes y estilos, sin ceder en la exigencia como artista flamenco. Un heterodoxo con clase y con gusto. Pat Metheny o los neoyorquinos Sonic Youth, son sólo dos ejemplos de músicos de altísimo nivel que han colaborado con el granadino.
Un artista que dice que ahora mismo es el Morente que quería ser hace diez años, pero no el que querría ser ahora, nunca va a dejar de echar el resto en cada obra, llegando hasta el límite. Y es allí, en los confines, donde se hacen los descubrimientos.
ENRIQUE MORENTE en los Jardines de Sabatini
2 de agosto de 2008 a las 22.00 h
Entradas: de 18 a 33 euros a la venta en telentrada