
Pero hoy he venido a hablar de Diego Potti y de sus masajes rehabilitadores. Aunque él esto no lo sabía, a lo largo de mis veintisiete años he recibido masajes en la espalda con bastante frecuencia (jugar al voleibol de competición es lo que tiene) y digamos que con dos o tres preguntas, movimientos o gestos puedo adivinar qué tipo de masajista, quiromasajista o fisioterapeuta se esconde debajo de esa bata blanca que tan bien sienta. ¿Queréis saber mi veredicto? Jamás me han dado un masaje con tanto esmero, cariño –entiéndase esto en el sentido quiropráctico- y calor. No me extraña que en sus más de diez años de profesión, por sus manos hayan pasado famosos, periodistas, músicos, cantantes, deportistas de élite…
La sesión, en la que también recibí gratis buenos consejos acerca de cómo mejorar mi lumbalgia, duró cerca de una hora. Pregunta de Trivial: ¿Cuándo un masaje duele es porque cura? Error. Diego me explicó que la mayoría de profesionales del gremio “van con prisas” y directamente meten las manos en la masa sin haber preparado antes la zona. “Se trata de ir poco a poco y sin prisas hasta que el músculo se relaja y entonces ya puedes trabajar sobre él”. Otra cosa que me confesó entre bastidores es que su palabra va a misa. Si él te dice que te cura una contractura en cinco sesiones te la curará y si no lo consigue (todavía no le ha pasado) el resto de masajes hasta que se te haya ido correrán de su parte. Eso es seguridad ¿verdad? Los precios son los del sector y además existe la posibilidad de sacarte un bono de diez sesiones y ahorrar para un masaje extra. Masajes de Fórmula1 en pleno corazón de Madrid.
En TopMadrid: Grupo 4. Gabinete Rehabilitador