Paseando por el codiciado
barrio de Salamanca de
Madrid (bueno, más que pasear me deleitaba con los escaparates…), me topé con un
enorme nombre realizado en no menos grandes tachuelas incrustadas en una rotunda pared negra. Tras el impacto visual, conseguí unir letra a letra hasta que me hice con el nombre:
Chus Burés.
Semejante primera toma de contacto con la firma, ya deja entrever lo que te vas a encontrar en su interior. ¿Es ropa? No, ¿bolsos? No. Son
joyas de autor y tanto éstas como todo lo que las rodea está revestido de absoluto vanguardismo.

Y no es para menos, el creador catalán se caracteriza por su espíritu rebelde y un tanto irreverente, era lógico que impregnara sus creaciones de su particular esencia.
Chus Burés comenzó
trabajando exclusivamente con plata hasta ampliar sus colecciones e incluir otros materiales como el oro blanco y amarillo, los diamantes o las piedras preciosas y mezclas nada ortodoxas como el chocolate y el azúcar con el oro y la plata de las colecciones que hizo para el
II Salón del Chocolate en Madrid.
Hitos en su portfolio hay muchos, pero el que sin duda le abrió las puertas al mercado internacional fue elaborar la horquilla ‘Matador’ para la película del mismo nombre. Echar un vistazo al catálogo de
Burés es, sin duda,
deleitarse con el buen diseño y la creatividad por la maestría que desborda cada pieza. Aunque aprecio la gran valía del noble metal, yo soy más de la plata, así que me quedo con casi el 100% de las piezas elaboradas en este no menos noble material. Aprecia la calidad del buen diseño.
En DolceCity Madrid: Chus Burés