
La verdad es que es un lujo compartir un sueño con nada más y nada menos que tu hermana y poder trabajar con ella cada día. Compartiendo alegrías y sinsabores y disfrutando de una ilusión común.
Las hermanas Arambarri lo tienen claro. Su negocio, la joyería, no puede ser comparable con ningún otro. Joyas hay muchas, pero ellas han querido aportar un toque de distinción al crear diseños exclusivos elaborados de la manera más artesanal.
Cada pieza está diseñada a mano, lo que las dota de una personalidad que se nota en cada giro. Sientes que las colecciones están pensadas en una persona concreta, que son personales y eso las hace mucho más valiosas.
El tratamiento de cada pieza lo hacen directamente desde el metal, utilizando como bases las clásicas mesas de joyero con limas, martillos y cinceles. Un placer poder verlo. Pero para conseguir los últimos acabados se sirven de las más modernas tecnologías. Ayer y hoy de la mano para conseguir el acabado perfecto.
Los materiales utilizados son los clásicos oro y plata, pero además se sirven de perlas de Australia o Tahití, coral y ámbar, amatistas, jade, zafiros, brillantes y demás piedras preciosas.
Dos hermanas unidas por conseguir un objetivo: piezas de joyería únicas y exclusivas.
En DolceCity Madrid: Ana Arambarri