
Dentro del conjunto de prendas, las más sutiles y delicadas son las piezas de lencería; finísimas sedas y rasos, batistas, encajes o bordados que acarician el cuerpo femenino con la suavidad de una pluma. Antiguamente el ajuar se componía de estas piezas, costumbre actualmente en desuso —por desgracia— y sustituida por prendas prácticas y todoterreno.

Aunque si quieres disfrutar de ese aire vintage en tu coqueta, tienes un recoleto espacio de aire barroco en el que encontrar una buena muestra de lencería antigua: El Hada Morgana. En esta curiosa tienda ofrecen alta lencería inspirada en los modelos de los años 20, 30 y 40, auténticas joyas de seda, lino, algodón, con encajes ‘valencienne’ o bordadas a mano para que no pierdan la mínima esencia de las prendas de entonces pero con un toque muy actual.
Tienen una amplia variedad de modelos y tallas pero tienes la posibilidad de que te lo hagan a medida en un plazo medio de un mes. Su punto fuerte son los conjuntos de bata y camisón, largos o cortos, pijamas de dos piezas, blusas y culottes y en una gama de colores que van desde los tonos rosas y azules lavados, a los crudos, beiges y por supuesto blancos. Para amantes de la lencería exquisita.
En DolceCity Madrid: El Hada Morgana